EL PODER DE LA PALABRA

Siempre he apostado por el poder de la palabra.

Creo que es el motor que mueve el mundo junto al amor. Quien no necesita una palabra de ánimo que le ayude a continuar el camino de la vida, cuando se siente agotado...?

Quien no necesita una palabra de estímulo, cuando ya no puede mas...?

Quien no necesita una palabra de comprensión, cuando se siente incomprendido...?

Quien no necesita una palabra esperanzadora, cuando está desistiendo de algún problema...?

Pero el problema se plantea, cuando no hay comunicación. O cuando no se ve la luz dentro de las sombras, o cuando uno se empeña en ver sombras, donde hay color...

Por mucho que una persona, quiera aportar luz, donde no la hay... la luz no llegará porque para ver esa luz, uno fundamentalmente debe querer verla, si uno solo quiere ver sombras... sombras seguirá viendo.

El poder de la palabra es impredecible, y se bien lo que digo, por la experiencia que tengo en mi trabajo. Cuando las ilusiones se han perdido, cuando uno cree que no le queda nada mas, como bien me decía Marlene (Ecuatoriana), "sus palabras hacen que cada día tenga ganas de amanecer... "¡Gracias Marlene porque sin tu saberlo también me das vida¡, o si lo sabes... porque me alegro contigo de tus "buenas" y me enfado contigo, cuando te pones pesimista, ¿y bien? ¿acaso no lo conseguimos?, pues claro que si.

La libertad de hablar, de sentir y de pensar, tiene sus recompensas. Aunque a veces se me olvida, lo que digo a los niños en la escuela, cuando voy, "a veces parece que hablamos el mismo idioma y es mentira... nunca olvideis, que estar constipado en Argentina, es tener diarrea". Pero a veces se me olvida...

Siempre les cuento a los niños, que cuando tu dices algo con buena intención y el contertulio te mira raro, lo mejor es preguntar "¿Sabes que quise decir?", porque cuando es un amigo, puede mal-interpretar nuestras palabras, y eso no ha de ser la causa de una disputa. Siempre pongo de ejemplo un día que llamé "currante" a un amigo argentino. Para nosotros "trabajador", para los argentinos "mafioso", cuando mi amigo me miró raro, le expliqué que había utilizado esa palabra, en el sentido español, no en el argentino.

En fin... el poder de la palabra, es de una magnitud espléndida, y la libertad de poderla decir ... aún mas.

Vosotros que leeis, este pequeño blog, cada día. Que me estimulais, y me animais cuando no escribo... ¿me entendeis? porque si algún día no es así, debajo de mi texto, hay un espacio para vosotros. Utilizadlo -de verdad- porque yo también aprendo con vosotros. Pero sobre todo, cuando leais algo que no os gusta, o con lo que no estais de acuerdo, decidlo... La libertad de expresión debe ser tan importante como la de entendimiento... e insisto otra vez en esa frase que ya he escrito muchas veces..."El amigo es aquel que a pesar de conocerte, sigue siendo tu amigo"