El destino quiso, que el día que su madre supo que iba a ser niño, esta no tuviese ningún nombre pensado.
Una vez me hizo partícipe de esta información, le propuse de nombre PABLO. (Es un nombre de hombre que siempre me gustó, hasta el punto de que mi propio hijo se llama PABLO), por esta razón en mi familia hay dos Pablos, el mio y el de mi primo o mejor el de mi primo y el mio, ya que este es mucho mayor.
Pablo González, continuador del apellido de mi abuelo (mi Pablo ya lleva el González en cuarto lugar).
Bien, pues Pablo, el biznieto de mi abuelo, es el primero en darnos muestras de que efectivamente el apellido González, va a continuar.
Actualmente no se acostumbra a invitar a los tios y los primos del padre del novio a la boda, pero Pablo si lo hizo.
Y lo hizo aunque el sabía que nos lo ponía dificil, ya que se casaba en Guadalajara (lugar de procedencia de la novia) y los tíos ya están mayores.
Pablo nos sorprendió y la familia no defraudó.
El pasado sábado, allí estábamos todos, siendo testigos de la felicidad de Pablo. Felicidad que bien se merece. Un duro golpe tuvo que soportar hace unos años de un ser querido, bueno del ser mas querido. Es dificil suplir el cariño de una madre, pero creo que Pablo lo ha conseguido, hasta el punto de que ahora no tiene una madre, sino varias madres y una preciosa esposa.
Lo mejor de la boda...el beso de despedida a las cuatro de la mañana, y la recomendación que me consideré en la obligación de darle: "Pablo a partir de ahora mucha, mucha paciencia", pero me sentí bien cuando el me dijo "Lo sé tia, lo sé".
Lorena, casi no te conozco, pero sé que has estado junto a Pablo cuando más lo necesitó. Tus preciosos ojos azules inspiran calma y serenidad, tanta como la que transmite Pablo.
De verdad espero que seais muy felices¡¡¡
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