LOS MACHOTES

Hace dos días, al llegar a mi casa, me llamó el vecino de atrás, al que se le conoce por el nombre de EL VENAS.

Me recriminaba, que mi hijo hubiese lanzado unas bolas del pienso del perro a su patio.Me hizo gracia, porque justo el día antes, había regañado yo al suyo que tiraba almendras verdes a mi patio, almendras que previamente había robado a otro vecino, y que lamentablemente en su tiempo estarían muy buenas, pero que ahora mismo están completamente verdes.

Como si de una película de los hermanos Marx se tratara, veía como de su boca llena de cólera salían palabras, insultos y otras aberraciones similares. Tan solo me quedé mirándole, no le contesté. Cuando terminó de decir "estupideces", pensé subir a denunciarle "por amenazas" (puede que fuera deformación profesional), pero era tan subrealista la escena. Imaginarla: "Un machote, lanzando alaridos contra una pobre mujer que viene de trabajar, insultando a discapacitados físicos y psiquicos, ridiculizándolos, sin darse cuenta que el tiene uno de los grados mas altos de discapacidad que se puede tener.

Nunca antes había hablado con el. Podía hacerme a la idea de como es su personalidad, por el nombre de guerra que el mismo se ha puesto. A su hijo el mayor, lo conocí en el Instituto, en uno de mis talleres contra el racismo, precisamente por tratar de ser el protagonista del acto, en pro- del movimiento NAZI, y de lo que terminó lógicamente arrepintiéndose. A su hijo el de medio, le conozco mucho mejor, porque lo he tenido que aguantar (por eso del respeto a los hijos) en mas de una ocasión, en mi propia casa, aunque un día estuve a punto de echarle de casa por decir que "odiaba a moros y gitanos", -le di un ultimátum, de no volver a oírlo, si quería volver a entrar en mi casa-

En fin ahora que conozco al padre, me explico el comportamiento de los hijos, y tengo clarísimo que no llegaríamos muy lejos en el diálogo, ya que su familia odia, aquellas cosas que la mía defiende. Se que el dialogo es inútil con ellos, y de momento tendré paciencia.

Ahora sé que me pondré frente a ellos mi armadura, y que nunca me acercaré a esa familia. Espero que ellos tampoco se acerquen a la mía, porque soy muy animal defendiendo lo mío (mi familia) Soy como las madres del reino animal, tengo paciencia mientras no me toquen a la cría, pero si me tocan a la cría….. no respondo de mis actos….porque seguro que afloran mis instintos animales….
Mientras tanto vivo feliz con el mundo que me rodea, y los amigos de los que presumo cuando la situación lo requiere…., sin ningún tipo de armaduras ni defensas frente al mundo, porque afortunadamente los tipos como este son MINORÍA.