A veces, el destino, nos juega malas pasadas.
Creo que esta frase es un buen comienzo para una novela, o para una poesía, o para una película.
Es tan cierta que aplasta.
Es tan real, que todo el mundo lo entiende.
Es tan cruda que todo el mundo la comparte...
Hace unos días, un amigo ha recibido una mala noticia. Se tiene que cambiar de sitio, por su trabajo le destinan a otra localidad.
El sabe de quien hablo...
Es una pena, que habiendo compartido, cultura, alegría, tristeza y fantasía, mi amigo se tenga que marchar.
Creo o al menos quiero pensar, que sus jefes se replantearán su situación.
Quiero pensar, que en el último momento se obrará el milagro.
Creo que Dios es justo.
No quiero decir adios, ni ahora ni nunca... solo voy a esperar.
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