EL FUTBOL

Quien me conoce, sabe que a mi el futbol no me gusta.
No hay nada mas ridiculo que ver 22 señores corriendo detrás de una pelota.
Eso no sería nada, de ignorar las cantidades ingentes de dinero, que se mueve, con la compra de jugadores, con los viajes a los partidos, y otras cosas, bastante menos importantes que dar de comer a un niño.
Seguiría siendo una "menudencia", de no conocer la agresividad, y falta de respeto que se vive en los campos.
"La masa... la ingente masa..."
Ayer, por el amor que le profeso a mi media naranja, no me quedó mas remedio que aguantar el Barça - Atletico de Bilbao.
Ambos equipos, protestando, al comienzo del partido contra el Himno Nacional, y por simpatía, contra la Constitución - madre de todas las leyes de nuestro país-
La intolerancia manifestada en el campo, me sorprendió. ¿Si no están de acuerdo por qué se han presentado como candidatos a la Copa del Rey?, pero "La pela es la pela" ¿no?.

Bien la mejor forma de protestar, sería no habiéndose presentado. Nadie les obligó a hacerlo, ellos quisieron y si quisieron, ahí estaban las consecuencias y las condiciones, pero "la masa ... es la masa"... "Uno grita ... gritan cientos ... "
Tan solo hubo un detalle, digno de admiración, por cambiar el criterio que se tiene de los campos de futbol. Los seguidores Bilbaínos, señalaban a uno de sus paisanos que había arrojado un bote contra la cabeza de uno de los jugadores del Barça. El anonimato de que se valen los cobardes, por esta vez, se vió vulnerado y así debería ser siempre, si queremos ver en el futbol un "deporte".

Al ver esta reacción del público, recordé las palabras de Gandhi," Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena" y entonces pensé que había merecido la pena ver el partido aunque solo hubiera sido por este detalle, que realmente me conmovió, en menos de 3 minutos el agresor era sacado del campo de futbol por la policía.
Puede que esto sea el principio de "una nueva era", o al menos eso quiero pensar.