LOS ZAPATOS
Todos hemos experimentados, alguna vez la sensación de ver un zapato en medio de una carretera.
Nos muestra los restos de un acontecimiento anterior, nos induce a pensar que allí hubo un accidente, porque normalmente uno no pierde los zapatos en una carretera, salvo que lo evacuen sin conocimiento.
Esta sensación es casi tan desagradable como el ver una cabeza de muñeca, en pleno verano, tirada en medio de un descampado. Es una inocencia perdida… . Y alguna vez nos hemos preguntado los que vivimos aquí a este lado ¿Cuántas cabezas de muñeca habrá rodando por las calles de Irak, Afganistán, … ¿Cuántos zapatos sin dueño quedaron abandonados en estas calles?.
Son zapatos y no botas. Porque las botas de los soldados, nunca se pierden. En todo caso cambian de dueño.
Todos hemos experimentados, alguna vez la sensación de ver un zapato en medio de una carretera.
Nos muestra los restos de un acontecimiento anterior, nos induce a pensar que allí hubo un accidente, porque normalmente uno no pierde los zapatos en una carretera, salvo que lo evacuen sin conocimiento.
Esta sensación es casi tan desagradable como el ver una cabeza de muñeca, en pleno verano, tirada en medio de un descampado. Es una inocencia perdida… . Y alguna vez nos hemos preguntado los que vivimos aquí a este lado ¿Cuántas cabezas de muñeca habrá rodando por las calles de Irak, Afganistán, … ¿Cuántos zapatos sin dueño quedaron abandonados en estas calles?.
Son zapatos y no botas. Porque las botas de los soldados, nunca se pierden. En todo caso cambian de dueño.
puestas”, pero los civiles no mueren con las “botas puestas”. NO: Los civiles pierden sus zapatos en la vía pública.
¿Cuántos zapatos quería usted señor Bush?, ¿dos?.
¿Cuántas veces le pedimos la paz? TODOS ¡¡¡¡, los de allí, y los de aquí.
Bueno aunque ha pasado el 11 de noviembre usted ha encontrado por fin dos zapatos.
Esos, que ese hombre se quita en la puerta de su mezquita, para no ensuciar la casa de Dios. Esos que se quita cuando quiere hablar con Dios, porque no quiere una mota de polvo en su alma ni en el espacio que ocupa la casa de su creador.
Esos dos zapatos le fueron lanzados a usted precisamente a la cara. Hubiera sido mucho peor, Sr. Si le hubieran caído todos los zapatos que por su culpa han quedado abandonados en la vía pública. Zapatos sin dueño, sin culpa, sin nombre y sin nacionalidad, porque en aquellas calles hay zapatos de todos: de los de allí y de los de aquí. Si todos esos zapatos le hubieran caído encima SR. le habrían sepultado.
Los zapatos de la niña que acudía a la escuela, los zapatos de la madre que buscaba el pan, los zapatos del maestro de escuela, del peluquero, de los novios, de José Couso, y de tantos otros periodistas que solo querían que viésemos el horror que usted es capaz de engendrar, los zapatos de los médicos,de las enfermeras, de tantos y tantos …
Porque los zapatos se perdieron allí.
Aquí perdimos las cabezas de las muñecas. Perdimos la tranquilidad, la paz, la inocencia, los viajes en metro sin miedo, las mochilas de dudosa procedencia, la tranquilidad de mirar sin escudriñar rasgos árabes entre nuestros vecinos de vagón, ¿Cuántos niños han gritado aquí y allí y en todas partes de mundo: BASTA YA¡?, y sus oídos llenos de dinero y petróleo, no han escuchado estas voces. No escuchó la voz del MUNDO cuando clamaba paz.
Usted: rey de los impíos, líder de los necios, señor del terror, puede dormir tranquilo porque no tiene conciencia, ni tiene alma. A un ser humano con alma y conciencia le pesarían tantos zapatos y tantas cabezas de muñeca para tener una sonrisa tan estúpida como la suya. En una cara sin ojos mas que para un espejo. Sin boca mas que para necedades. Donde hay una nariz que no percibe aromas, y dos orejas, que no conocen mas armonía que la de las balas y el horror.
Usted: rey de los impíos, líder de los necios, señor del terror, puede dormir tranquilo porque no tiene conciencia, ni tiene alma. A un ser humano con alma y conciencia le pesarían tantos zapatos y tantas cabezas de muñeca para tener una sonrisa tan estúpida como la suya. En una cara sin ojos mas que para un espejo. Sin boca mas que para necedades. Donde hay una nariz que no percibe aromas, y dos orejas, que no conocen mas armonía que la de las balas y el horror.
Tenga usted su merecido, señor de lo absurdo, rey del terror.
Paloma
Tienes razon Paloma, lo peor de todo es que los politicos de alli lo permitan, y le den la mano a un señor que esta sembrando tanta y tanta crueldad.
ResponderEliminarY que nosotros que vivimos a todo lujo bajemos la cabeza y no levantemos la voz nada más que cuando salen noticias o lo vivimos más cerca. El mundo creado por los hombres es cada vez más injusto y lleno de poderosos que por un puñado de dinero puede, incluso, matar inocentes, sin importarle nada. Un saludo Paloma.
Ese es precisamente el espíritu de este blog. Hacer pensar a la gente en algo mas que en su ombligo
ResponderEliminarPALOMA
Una vez cubierto de zapatos el Sr. Bush, que como su amigo Aznar publicó "espero y deseo que la Historia le coloque en el lugar que le corresponde"(menudo amigo, cualquiera pensaria que es un enemigo), nos queda la ESPERANZA de que el Sr. Obama tenga la sabiduría suficiente para volver a colocar las cosas en el sitio que les corresponde.
ResponderEliminarNos hemos reido mucho viendo esquivar zapatos al Sr Bush, a él también le hacía gracia, como cuando seguía contando cuentos el dia que le dieron la noticia del ataque a las Torres Gemelas. Qué puede uno esperar de él?
MUY BUENA TU REFLEXION
(de KAOS)