Una ciudad grande, Madrid.
Nunca había oído hablar de San Blás, mas que porque se celebraba el santo de mi tío "Joselito", a quien llamábamos así, aunque su verdadero nombre era Blás Felipe, como el poeta, de quien cogió sus versos para ponerlos en su preciosa voz y recitar con inusitado esmero sus poemas.
Cuando tuve 16 años y comencé a venir y a frecuentar La Puebla, vi, que mis amigos, que estudiaban en Madrid, el día 3 de febrero se iban al Retiro a comerse una tortilla, y me contaron que en La Puebla se festejaba popularmente San Blas.
Digo popularmente porque nunca fue fiesta oficial, tan solo fiesta del pueblo que cogía sus tortillas y se disponían a comerlas junto al río, en el paraje conocido como la Vega del Puente. Viniendo de ciudad, me gustaba esta costumbre.
Nunca fui de misa, por lo que los días de los santos nunca me los aprendí, aunque siempre supe, que el día que la carretera de San Martín de Montalbán se llenaba de gente, era porque como dicen en esta tierra "de parte mañana", las familias enteras hacían esta romería en su mayor parte a pié, hasta el río.
Era precioso ver a las abuelas, a los nietos, y a los jóvenes con sus bicicletas hacer el recorrido, ese día te encontrabas a todo el pueblo en el paraje. Era cita obligada, nadie quería perdérsela. Mientras unos a otros se invitaban para probar, cual de las tortillas, estaba mejor hecha. Los que mas disfrutaban, como siempre en estos casos, los niños. Los mayores contaban historias de antaño:
... Cuando por lo que ahora es carretera iban los burros y las mulas...
... Cuando los milicianos de La Puebla se escaparon a pié en dirección hacia San Martín ...
... Cuando hubo un año que la crecida del río saltó el puente romano ...
... Cuando se tenían huertas en la zona de los abuelos, de los padres, de los tíos ..., llenas de tomates, melones, pepinos, pimientos, sandías o tabaco y se rebuscaban setas, aceitunas o espárragos.
Entre historias y juegos pasaba el día. Los más expertos pescaban carpas que luego guisaban al estilo del pescador.
Al final del día cuando el sol empezaba a caer, con cánticos y juegos se iniciaba la cuesta arriba. La cuesta del canal, que pesa tanto en piernas y corazón ...
El sol iba bajando y siempre el tiempo acompañaba...
¡Que gratos recuerdos¡... A mitad de camino, parada obligada en el fortín. A los chicos les encantaba meterse en aquel reducto de la guerra civil para jugar a Dios Sabe que...¡¡¡.
¿Donde ha ido San Blas?. Este año me ha pasado desapercibido. No vi a nadie en la carretera. No escuché cánticos, juegos, ni risas...
De pronto comprendí.
En la Vega del Puente, ya no se pueden comer tortillas.
Un apestoso olor a podrido lo inunda. Un río lleno de sangre y pastoso, donde el agua ya no es transparente, circula por la zona, tan lento como puede o le dejan. Ya no hay carpas, ni patos, ni flores ... No queda nada, hasta los árboles poco a poco van agonizando, incluso el álamo blanco, ya no está. Tan solo lo que un día alguien se empeñó en plantar: EUROCENTRO DE CARNES MANCHEGAS Y SERMASA, y quien siembra vientos..., recoge tempestades.
Hoy tenemos lo que La Puebla un día defendió, engañada..., equivocada..., o vaya usted a saber cual es la razón... intereses económicos,... protagonismo,... o cojones...
Lastima San Blás se marchó....
Paloma
(1) las tres fotos corresponden al mismo sitio, la primera en 1986 y las dos ultimas al 3 de febrero de 2009
Hola!!!
ResponderEliminarVengo gracias al blog de Gregorio....
te leo, te dejo besotes Paloma, Blanca Paloma ;)
SI ATRAVES DEL ORDENADOR SE PUDIERA OLER, TODOS PUEBLANOS QUE TIENEN OLFATO HARIAN ALGO.
ResponderEliminarYo a veces bajo andando por el puente dirección a aquel sitio que describes( o en coche) y cuando llega la primavera todo está precioso pero amiga ya no es lo que era, realmente ya nada es lo que era.
ResponderEliminarEn el cole nos dejaban la tarde libre y subíamos de San Blas Andando... en fin que bonitos recuerdos, sobre todo por que bajábamos cantando, rezábamos por que a la candelaria no se le apagara la vela y por qu "pillara en Sabado".
Soy Yo